Éxito sobre ruedas: emprender con un food truck
Cuando el chef francés Alain Ducasse (tres estrellas Michelín) dijo en el 2012 que quería abrir un food truck en París, solo seguía los pasos del chef español José Andrés (James Beard Award), quien ya rodaba el suyo en Estados Unidos. Si estos colosales cocineros desearon incursionar en una cocina ambulante, solo hay que imaginarse las posibilidades que esconde un food truck.
En Puerto Rico ya son parte de nuestra cultura gastronómica, la amplia variedad del menú que ofrecen hace inútil escribir una lista: hay de todo.
Los food trucks dejaron de ser hace algún tiempo aquellas viejas guaguas o los carretones típicos anclados en los que a la hora de almuerzo solo vendían chuletas fritas o bistec y arroz con habichuelas, tostones o papas fritas, cerca de centros gubernamentales o en parques industriales.
Llegaron para quedarse, y han evolucionado, pues se han modernizados y los encuentras en muchas avenidas, calles, solares y hasta agrupados en un único lugar chic. Sirven también de lugar de jangueo para la juventud en las noches y fines de semana, y no solo para el trabajador que sale a almorzar. Son una experiencia de reunión que permite conocer nuevos sabores usualmente a precios cómodos.
A través de todas las ciudades de América Latina se ha regularizado esta industria que, curiosamente, mantiene su nombre en inglés en algunas ordenanzas municipales: food truck. Y acá, como lo están allá, se sujetan a las ordenanzas municipales, y prácticamente, en Puerto Rico, a las mismas regulaciones que se aplica a un restaurante, comenzando por las protecciones higiénicas.
Abrir un negocio en la Isla nunca es fácil, muchos permisos, se tardan, operaciones costosas, regulaciones laborales y, más recientemente, los huracanes nos llegan con más fuerza, amenazando la estabilidad económica. Pero una mirada alrededor nos confirma que se puede.
Para iniciar un food truck en la Isla debe seleccionar el municipio. Cada uno tiene su propia ordenanza que regula esa actividad, como los horarios y lugares en que se permite estacionar y operar el vehículo.
Posiblemente la oferta del menú deba ajustarla al lugar donde opera y se debe tener en cuenta las condiciones que le permita el municipio, por ejemplo: lugar de anclaje, horario, cantidad de horas, si le permiten mesas y sillas, toldos, generador eléctrico, si hay cláusulas de no competitividad en cierto menú debido al lugar donde se localiza, disposición de la basura, etc. Decidir el menú incide sobre el tipo de utensilios y la cubertería a comprar.
También debe escoger el vehículo que compra o arrienda. Hay una gran variedad, y así sus precios. Si tiene bien en cuenta el menú que va a preparar y la cocina que necesitará, la cantidad de empleados y la posibilidad de que tenga que expandir el negocio debido a su futuro éxito, podrá acercarse al que necesita. También debe saber si lo quiere de anclaje fijo en un lugar o móvil, de gas, gasolina, diesel, o generador eléctrico, si es de arrastre o es auto-móvil. Todo eso incide en los costos.
Una vez superado los detalles del plan de negocios, querrá cumplir con todos los permisos que impone el estado, nadie quiere arriesgarse a que se confisque un costoso vehículo.
Estos son permisos que debe obtener:
Registro de Comerciante del Departamento de Hacienda, solicitándolo en el Registro Electrónico de Comerciantes (por Internet);
Patente Municipal. Y debe recordar que, al ser la patente distinta en cada municipio, debe obtener una nueva patente en cada pueblo al que se quiera mover. Es importante porque el Impuesto de Valor y Uso (IVU) debe pagarse donde se hizo la venta.
Certificación Sanitaria del Departamento de Salud, renovable anualmente. Es distinta a la “licencia sanitaria” típica de los restaurantes, pues estos tienen baño. Esta certificación requiere a su vez una Certificación Profesional de Seguridad Alimentaria (CPSA), que se renueva cada tres. La CPSA se acompaña de un Certificado de Salud (un año) junto a un cultivo de garganta. También, la certificación en Inocuidad de los Alimentos se le requiere a los negocios que sirvan o vendan alimentos. Esta certificación, que se le requiere a alguna persona por turno en el negocio, es para prevenir las enfermedades transmisibles por alimentos;
Certificación de los Bomberos;
Permiso de uso para negocio ambulante (Oficina de Gerencia de Permisos –OgPE- u oficina del municipio si es autónomo);
Una vez establecido el food truck en algún lugar, el municipio podría requerir un permiso de eventos especiales si decide moverlo a otro sector del municipio para alguna actividad especial;
Otros permisos posibles son el de construcción, si tiene, por ejemplo, un deck junto al food truck, y un permiso de uso convencional si el vehículo quedará anclado permanentemente en el lugar.
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